viernes, 8 de enero de 2010

Día de Reyes

Con el paso del tiempo, muchas de mis convicciones se han visto modificadas por diversas causas, algunas cosas me resultan ridículas y poco las creo ya. Evoluciono, afortunadamente, en cuanto a pensamiento, sentimiento y razón y a pesar de mi inercia al error, me esfuerzo por no caer en la locura y aprender de la equivocación.

Pero también existen convicciones demasiado fuertes y que con el tiempo se hacen más evidentes. Al comenzar mis caminos por los blogs escribí una entrada dedicada a los reyes magos en la que planteaba mi idea sobre el engaño de que son víctima los niños a quienes se les obliga a creer en esos seres pseudo mágicos y totalmente falsos. Mi repugnancia ante tal acción se remonta a la edad de 15 años, cuando una vez le externé a una persona mis sentimientos de indignación frente a ese engaño deliberado.

El caso es que por más que he tratado de cambiar mi forma de pensar al respecto, y por más que quiero convencerme de que nada hay de malo en una pequeña mentira, no logro ver el lado amable y positivo de enajenar mentes inocentes con una mentira más dentro del gran conglomerado de desilusiones que de por sí, los infantes tendrán que enfrentar. Es decir, la realidad es bastante fuerte, incómoda y pesada, lo suficiente como para, deliberadamente, agregarle de manera gratuita el cuento barato de que existen tres reyes magos que trarán reaglos el 6 de enero. Cuando uno es niño, todo lo cree y aunque los adultos lo piensen como un acto inocente para ilusionar al infante, yo considero que se trata de una crueldad enorme.

Llámenme anticuada, amargada y loca, da igual. Pero es verdad que por más que intento deshacerme de mi idea no puedo dejar de pensar que es una crueldad innecesaria. ¿Qué necesidad? Me han dicho algunos que cuando yo tenga hijos, cambiará mi forma de concebir el mundo, no lo sé de cierto, sin embargo estoy segura de que el mundo es horroroso y que existen millones de cosas que no son como nos las cuentan y que poco a poco el desencanto es inminente, entonces, si ya hay millones de cosas, por qué agregar una más y de una manera tan estúpida.

No hay tal cosa como los reyes magos, personalmente creo que tampoco hay tal cosa como dios y que ambas alucinaciones responden a la misma necesidad de forjar iluisones y placebos, y no necesitamos alimentarnos tanto de opiáceos y falsas esperanzas. Esto ya lo había comentado en esa primera entrada que escribí y no dejo de estar convencida. Igual pienso que eso de dios es sólo el desencanto que el adulto tiene que vivir al igual que el niño con los reyes magos.

Quizá es sólo un detallito insignificante, es más, seguro que lo es. Pero a veces son esos detallitos los que más molestan.


Music on: A-Punk - Vampire weekend
Quote: "Me entristecen los cielos imprecisos, los celos que me causas y este amor, sangriento amor que no termina de engullirnos" F. Suárez
Reading: Los errores - José Revueltas

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que filosóficamete e historicamente tus argumentos no se sostienen. Se tendrían que analizar una serie de supuestos de los que hablas y este espacio no lo por otra parte sería interesante saber a que realidad te refieres es algo arriesgado hablar de "una sola realidad".
La historia y creo que en parte la literatura nos permiten entender que el ser humanos y sus "realidades" no están circunscritas a una sola filosofía o ideología estas son parte de una gran variedad de elementos que las conforman más allá de convencionalismo o supuestos que nos hacen ser parte de ciertos grupos por ende que nos dan cierto estatus. Otra cosa quien te dice que este espacio, tú, yo y todos no somos más que una gran quimera... Saludos...

Adriana Dorantes Moreno dijo...

Hablo sólo de esa realidad con la que vivimos todos los días, nada filosófico ni más profundo, en esta ocasión no.

Si somos una gran quimera... a veces lo pienso, mejor que sea así para que evitemos tomarnos demasiado en serio