viernes, 23 de octubre de 2009

La locura

Comparto un poema que fue publicado en el suplemento de la Jornada de Aguascalientes: "Guardagujas" en su número de octubre. Forma parte de los incluidos en el volumen ganador del certamen Bernardo Ruiz. Se puede consultar también en la página de internet de la Jornada en el pdf, pero les ahorro la molestia (jaja)




La locura,

cuarto de noches insomnes,

polvo de huesos derramados en el tiempo.


Detrás de un hueco imprevisto,

la sangre de su voz escurre en el silencio,

se siembra en las gargantas de los hombres,

en las horas

en los momentos.


Es fantasma escabullido a la verdad y al deseo

la gotera de un alma vestida de sombras

la artesana creadora de vacíos.


Alimenta las raíces de las flores,

moja los cimientos de las casas,

pinta los platos,

surte las alacenas,

grita suspendida desde las lámparas,

alumbra desdoblada entre las almas,

teje en los cabellos de los mártires

habita el corazón

la piel

y las ojeras abultadas de esperanza.


Unos cuentan que es una enfermedad desprovista de cura

y que las almas contagiadas no se redimen nunca.


Otros creen que detrás de los espacios suspendidos en el aire

en la orilla más oscura del tormento

vive un hilo de luz colgado desde el techo:

huso redentor de la existencia,

salvación única de los caídos.


La única certeza de la locura

es que aquella

desnuda

sosegada

transparente

encanecida

es un desierto eternizado,

duplicado en el sueño de las lunas;

es una mancha que viste la conciencia,

hogar nebuloso de la razón y el intelecto;

es un gemido confinado a la cárcel de viento

guardada por su cómplice, el delirio;

es un murmullo,

un lastre

una luz tintineante,

un gusano vivo bajo la piel de los que anhelan.




Music on: Un error - Ximena Sariñana
Quote: "Se le resbalan a uno los ojos al no encontrar cosa que los detenga" J. Rulfo
Reading: El almuerzo desnudo - W. S. Burroughs

viernes, 16 de octubre de 2009

Nostalgia de la muerte

"Vivir es una herida abierta", escribió Clarice Lispector, la vida es algo que nunca sana pero también algo que no necesariamente mata. Algo similar a la agonía de Prometeo, quizá. Esta vida se pasa día a día como si se estuviera en un limbo indescriptible del que se puede salir sólo con la muerte.


Parto de la frase de Lispector para retomar el tópico de Xavier Villaurrutia sobre lo que él llama "nostalgia de la muerte". Estamos viviendo una vida que no conocemos del todo y que no comprendemos, incluso parece que jamás encontraremos una satisfacción total y este andar absurdo nos llena de frustraciones. Quizá, como intuye Villaurrutia, existe algo previo (o posterior) que sí nos pertenece completamente.


Villaurrutia escribió un poemario maravilloso titulado precisamente así Nostalgia de la muerte. Más allá de la antítesis evidente, se podría apreciar una verdadera contradicción que de primera impresión, sobrepasa incluso cualquier pretensión poética: ¿Cómo va a ser posible tener nostalgia de algo que nos es totalmente ajeno, que jamás hemos tenido? Villaurrutia, a lo largo de los poemas de ese volumen regresa a la idea de la muerte vista desde muchos puntos, a veces está ahí a su lado, como un huésped, a veces habla con ella, en ocasiones la muerte se acerca pero es imposible precisar su esencia o el espacio que ocupa. De cualquier forma, la línea poética que maneja conduce al lector a la idea de que la vida es sólo una especie de estación robada al resto del tiempo, la muerte es entonces la única cosa que verdaderamente nos pertenece y esta vida es un accidente que nos ha alejado de nuestro estado de no existencia.


Así pues, es posible tener nostalgia de la muerte y desear el encuentro con esta más cuando nos encontramos en un mundo que no tiene ningún sentido y en el cual el trajinar es absurdo, el amor es imposible, el mutismo y el silencio es todo lo que nos llenan las venas. Esa es, a grandes resgos, la concepción de vida que retrata Villaurrutia, es también, acaso, un esbozo de lo que todos hemos llegado a pensar a cerca de la vida y de, oscuramente, también desear la muerte, quizá de la misma forma tener nostalgia de la muerte.


Vivir es una herida abierta, y el dolor acentúa quizá la nostalgia y el deseo por acercamos poco a poco a ese estado al que pertenecemos.


Aquí Nocturno de la alcoba:

La muerte toma siempre la forma de la alcoba
que nos contiene.

Es cóncava y oscura y tibia y silenciosa,
se pliega en las cortinas en que anida la sombra,
es dura en el espejo y tensa y congelada,
profunda en las almohadas y, en las sábanas, blanca.

Los dos sabemos que la muerte toma
la forma de la alcoba, y que en la alcoba
es el espacio frío que levanta
entre los dos en muro, un cristal, un silencio.

Entonces sólo yo sé que la muerte
es el hueco que dejas en el lecho
cuando de pronto y sin razón alguna
te incorporas o te pones de pie.

Y es el ruido de hojas calcinadas
que hacen tus pies desnudos al hundirse en la
alfombra.

Y es el sudor que moja nuestros muslos
que se abrazan y luchan y que, luego, se rinden.

Y es la frase que dejas caer, interrumpida.
Y la pregunta mía que no oyes,
que no comprendes o que no respondes.

Y el silencio que cae y te sepulta
cuando velo tu sueño y lo interrogo.

Y solo, sólo, yo sé que la muerte
es tu palabra trunca, tus gemidos ajenos
y tus involuntarios movimientos oscuros
cuando en el sueño luchas con el ángel del sueño.

La muerte es todo esto y más que nos circunda,
y nos une y separa alternativamente,
que nos deja confusos, atónitos, suspensos,
con una herida que no mana sangre.

Entonces, sólo entonces, los dos solos, sabemos
que no el amor sino la oscura muerte
nos precipita a vernos cara a los ojos,
y a unirnos y a estrecharnos, más que solos y
náufragos,
todavía más, y cada vez más, todavía.



Music on: 'Till there was you - The Beatles
Quote: "Todo pensamiento lanza un golpe de dados" S. Mallarmé
Reading: Caro Victrix - Efrén Rebolledo

sábado, 10 de octubre de 2009

Muero un poco, sólo un poco, con el tiempo

Me dirijo al sueño blanco cegador de la memoria

busco la muerte explosiva de un océano de estrellas,

voy detrás de ese murmullo creador de lo eterno.


Muero un poco, sólo un poco, con el tiempo.


Quiero aquello que es de niebla, de negro laberinto arraigado en el abismo,

esa chispa de penumbra asesina de la vida

el espacio cubierto por llano agudo de infinito.


Muero un poco, sólo un poco, con el tiempo.


Voy desnuda a ese lugar en el que aun los insectos vuelven su espalda a mi presencia,

a ese sueño que fluye como fluye el mar, el semen y la sangre;

sigo detrás del aullido por mis ojos derramados,

palpo en la huella del éxito el vacío de mis cuencas

sus cortinas rebosadas de humedad roja.


Muero un poco, sólo un poco, con el tiempo.


Mis ojos…

los encuentro acaso, aún tibios,

redondos

diminutos

manchados por la arena

vivos de paz entre mis manos temblorosas…


Muero un poco, sólo un poco, con el tiempo.


Music on: Don't look back in anger - Oasis
Quote: "déjame oirte prometer otra vez todos esos tesoros solares que llevas dentro de ti" H. Miller
Reading: Tres libros - Julio Torri