domingo, 20 de mayo de 2012

Otro sueño



Desde un sol desnudo
abriéndose como un párpado triste,
cansado
lentísimo.

Pienso tu nombre una última vez antes de borrarlo entre la nieve que puebla de nostalgia mi silencio.

Grito tu abrazo para despojarlo de mi aurora,
renuncio a mi reino porque no es de este mundo.

Mañana.

La luz de ese sol trágico,
desterrado
frío
bañará mi piel sin el peso del deseo
como una sombra amiga sobre mi piel desnuda.

Porque no soy libre
porque soy un errar sin nombre en busca de eternidad.

Music on: Wrong number - The Cure
Quote: "Los fantasmas crean fantasmas para no estar solos, los hombres, dioses". Enrique Molina
Reading: Estado de exilio - Cristina Peri Rossi

sábado, 12 de mayo de 2012

Postales



I.
No hay otra luz más fuerte que la que emana del pensamiento trágico y de esa verdad que el hombre conoce pero se niega a decir. Un alma se pude destrozar en segundos, pero tarda muy poco también en renacer y en que una palabra de amor y de esperanza la haga resurgir como si nada hubiera sucedido, como si un fulgor ignorado viviera en el rincón más recóndito del ser, en ese algo que existe y sabe y duele pero que se escabulle a capricho y resurge repentinamente, sin ninguna anticipación. Lo cruel no es que el alma muera en sí, sino la certeza de que es como un fénix que se reconstruye lista para morirse otra vez.

II.
La esperanza es una gotera que nace en lo más profundo del corazón, poco a poco va permeando la vida, poco a poco, el corazón se hace más húmedo y más insensible, hasta que el latido es imperceptible. Es sólo la verdad la que trastoca los sentimientos, es un simple preámbulo a la muerte. Luego todo se vuelve más nítido, la esperanza crece y el hombre traspasa en vida la puerta del infierno.

III.
Un grito se retuerce en la alcoba, gira en la noche y de pronto, enmudece. Es la realidad, la que no se quiere atrapar por voluntad propia. El silencio es el llano desierto que engaña los lugares de mayor oscuridad. Ahí el tiempo pierde el balance pero, a pesar de todo, existe y a pesar de todo, duele. Hoy mis sonidos se desdoblan en un eco que no es escuchado por nadie. Cuánto tiempo más, me pregunto, cuántos intentos serán de nuevo proferidos sólo para darme cuenta de que no hay nada que hacer sino seguir mirando la cara al son sin la esperanza de que éste, acaso, nos traiga buenas noticias. Nada que hacer sino continuar este trajinar absurdo, seguir una mentira hermosa que reconforta vanamente las ilusiones y otorga un dejo de esperanza en la humanidad tan horripilante.

IV.
El olvido es un don que muy pocas veces es otorgado a los mortales. Parece que no importa cuánto tiempo pase o cuántas veces se repitan las calamidades, el olvido rara vez es otorgado y sin embargo, los errores se cometen de nuevo bajo las mismas formas debido a un factor más grande que el olvido: la locura, esa aurora de nieve que nubla el entrecejo, esa flor de pétalos dorados y a veces, también, verdes, esa locura que lleva detrás de sí las cosas más terribles del mundo: la esperanza y el amor; esa locura que siembra de fulgor nostálgico la vida que florece hacia una promesa absurda, que jamás se marchita.

V.
Rogamos a veces por esa locura como una bendición ante nuestro andar errante por el mundo, rogamos porque se nos conceda un poco de delirio ante la vida que nos aplasta día a día y que nos mata lentamente. Pero tampoco se nos ha de conceder porque la verdad es siempre más profunda y pesada que la levísima ilusión de lo encantadoramente falso. Más sencillo resulta creer una mentira que una vedad. Ya no basta querer entender ni querer saber cómo actuar. La desesperación de tener un vacío por dentro es igual al miedo por encontrar algo que nos hará más vulnerables. Me pierdo.  Soy un punto que atraviesa la distancia y que no tiene un  lugar fijo al cual dirigirse. Estoy perdida dentro de océanos de infinito. Respiro y mi respirar duele profundamente.

VI.
Al otro lado del espejo no hay agua y puedo ser y estar seca sin lágrimas ni fluidos frustrados. Viva y orgánica, sin recuerdos. Renacida como el fénix, después de haber muerto de amor, sin memoria, sin cuerpo, y con demasiada vida. vivir sin que los fantasmas me tiendan sus manos… desaparecer. Ahí seré como un pájaro que desde lo alto mira el mundo y experimenta el renacimiento de otra cosa menos primitiva, no tan humana. Moriré de manera espiritual. Seré libre. Renaceré con una alegría semejante a los trances místicos. Observaré a distancia las calamidades de los hombres, sabré que todo sigue siendo un gran caos pero es un caos solamente mío, sin ningún nombre que lo sostenga. 



Music on: About today - The National
Quote: "El hombre es un dios cuando sueña y un mendigo cuando reflexiona" Friedrich Hölderlin
Reading: Poemas y antipoemas - Nicanor Parra