No sé nada de ti, tampoco me consuela saber que si supiera podría estar mejor. Estoy sola en nuestro cuarto mutado ya en cueva de nostalgia, la muerte acecha desde atrás del espejo, esperando por mi inanición. Llevo días gritando al silencio que nada de esto es verdad. Furiosa, harta de la oscuridad me convenzo de que cuando el tiempo se deshaga en el amanecer, tendré tu rostro durmiendo a mi lado, que seremos felices, solamente porque es posible. Lo evidente me destroza.
La verdad nunca ha sido piadosa conmigo. En estos días de luto involuntario la única verdad que sé está contenida en todo lo que ignoro; de noche llueven palabras desde el techo de la alcoba, dicen que debo irme, que es momento de abandonar, que la espera es un fantasma que se agranda mientras más te aguardo y que el hueco en la cama se hará más y más profundo hasta que caiga en él sin salvación alguna. Todas esas cosas las sé. He visto cómo se alarga la sombra del armario, día tras día se acerca más a mis dedos. Tu lugar ausente es ya más grande que mi cuerpo. Pero todavía no me decido a cortar la espera. Dormir, mejor morir, pienso de nuevo.
Ahora la sombra me alcanza. Otra vez siento una lágrima de sangre escapando por mis ojos. Sé que el corazón, por fin, se ha deshecho y que está escapando gota a gota de mi cuerpo para teñir el profundo abismo a mi costado. No piensa, sólo ama sin remedio y cree que ahí habrá de encontrarte. Desplomada por el peso del recuerdo, no me restan fuerzas para detenerlo.
Music on: Her eyes underneath the ground - Antony and the Johnsons
Quote: "¿Qué llenará mis ojos, al abrirlos / desde el fondo del miedo; de qué trémula / boca salió la lengua que me lame?" Rubén Bonifaz Nuño
Reading: Imán para fantasmas - Francisco Hernández
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