jueves, 26 de marzo de 2009

Mi máscara

Creo que debo seshacerme un poco de mi máscara de acero literario... y creo que quizá es bueno desnudarme un poco más de lo que hago siempre; asumirme más como una realidad y no como un personaje de ficción que escribe detrás de la computadora y puede convertirse en cualquier persona, con cualquier nombre y cualquier cuerpo.

Aun así, conservaré mi identidad secreta en internet, porque el nombre es valioso y poseerlo significa poseer el misterio, o al menos así lo quiero pensar, igual que los pensaran esas culturas antiguas que otorgaban demasiado poder al nombre igual que al silencio.

Seguiré siendo Clarice... igual que soy otra con otro nombre que sigue enmascarando un poco porque la verdad tal cual es no puede dejarse caer de lleno ante los ojos del mundo. Clarice Miller es Gaspar de la noche, no porque yo sea en sí tan poderosa, pero al menos sí porque me escondo del mundo y del tiempo. Gaspar de la noche no tiene ganas de estar encerrado todo el tiempo y creo que es sano que el blog devele un poco más de esa que soy que no sabe que es y que acaso intuye lo que siente y piensa.

Máscaras... toda la vida es una enorme máscara... Siento que divago demasiado y sé que si lo hago es porque tengo un terrible nudo en la garganta... Odio estar aparentando, sin decir las cosas como son, odio el mundo, por eso también estoy odiando mi guarida y mi falso muro levemente impenetrable.

¡Y qué mas da? Claro que lo pienso, ¿qué mas da que lo que sea que se escribe en este espacio sea cierto si en realidad nadie sabe cómo soy ni lo que siento? Es entonces cuando me doy cuenta de cuán egoísta he sido, pues sé que sólo estoy escribiendo para mí, porque una parte recóndita de mis silencios está gritando por un poco de compasión. ¿Qué son los escritores sino un montón de enajenados de la palabra, inconformes con el mundo, ocultos detrás de sus personajes patéticos? Monterroso lo supo y tuvo el descaro de manifestarlo: estamos solos, y es sólo a veces, mediante ciertos momentos poéticos que podemos legitimarnos hacia afuera.

Vuelvo a mi inicio. Quiero ser dos, no desearía seguir fragmentando la que escribe de la que es, quiero pensar que somos la misma cosa y prometo, de vez en cuando, mostrarme más hacia la realidad, porque enfrascarse en símiles lamentos no puede ocasionar sino desgracias acumuladas que eventualmente explotarán en la más terrible de las locuras.


Music on: Unhome - Miriam Makeba
Quote: "La luz no muere sola; arrastra en su desastre todo aquello que ilumina. Así el amor." E. Lizalde
Reading: La casa de las bellas durmientes - Yasunari Kawabata

2 comentarios:

Karla dijo...

Querida Clarice, aunque pienses que no te filtras en tus textos lo haces. Puedes escribir "el cielo es azul", "el auto atropelló al vagabundo" o "No soy yo la que escribe", pero en todo ello será clara la huella de tu mano. El escritor es la medida de todas sus cosas. El escritor es todas las máscaras que teje con la sintaxis.

Un abrazo, Karla

Anónimo dijo...

Que mas da si es la realidad de lo que esta hablando,que importa si es un invento fruto de una mente que perdio la razon e intenta sumergirnos en un mundo de locura,la belleza de sus escritos es tan real como lo que provoca la caricia del viento,asi de sutil,llena de amor y tristeza y de amor y de todo lo que usted madame suele tener como etapas o pequeños ratitos,en una u otra de las fantasticas personalidades que posee,sus mascaras son tan o mas reales que cualquier cara descubierta,de esta odiosa realidad que nos hace escapar y tomar una pluma o un entintado teclado,para convertirnos en lo que en el fondo siempre fuimos y seremos...saludos afectuosos madame.