martes, 13 de septiembre de 2011

Rento mi vida amueblada mientras regresas

"Me siento en la orilla del banco para ver si me caigo de tu lado.
Lloro si una burbuja en la bañera tiene el corte de cabello con el que te conocí,
porque me entera de un mundo que no permite soñar."
Alejandro Páez Varela


Supe cuál era la respuesta correcta y decidí equivocarme. Los errores se pagan muy caros y esa es una de las cosas que se tienen que aprender, sufrir y llorar; y de paso ser testigo de sus consecuencias sin poder hacer nada, pues será demasiado tarde.

De pronto me convertí en eso que tanto despreciaba y estando en esa situación llorar no sirve absolutamente de nada. La culpa no se cura, ni con el tiempo. Jamás olvidaré y me arrepentiré para siempre.

Rento mi vida amueblada mientras regresas. Es terrible, créeme, si me puedes todavía creer, estar de este lado de la moneda.

Esta noche me resigno a haber perdido. Como el gran poeta, me receto soledad, no para curarme sino para ya no envenenar a la gente; me receto tiempo para aprender, no para entender; me receto abstinencia en una especie de ritual estoico que me ayude a vivir con la culpa y el dolor.

Qué terrible la verdad: este lado del puente no es mejor, igual dan ganas de saltarlo; no hay redención, me he convertido en un fantasma que alumbra sus pasos con estrellas muertas. Todo ha perdido sentido y sólo subyace la eterna condena.

En sueños me recreo una y otra vez amarrada a una roca en donde los buitres me arrancan las entrañas, parece que los dioses han decidido que ese sea mi castigo, no moriré nunca. Pero la condena más grande no es esa sino haber perdido y tener la certeza de que ninguna eternidad podrá salvar el error.

Rento mi vida amueblada para siempre, pues no vas a regresar. Estoy en la más profunda tristeza y necesito tu abrazo, no tu espalda.

Silencio. La soledad llama a la puerta. Pronto, muy pronto, será ella quien ocupe mi cama, ella quien me tome de la mano y haga explotar mi corazón. Silencio otra vez. La soledad, contrario a lo que muchos piensan, no es amiga de la muerte.

Ahora a abrir paso a la nueva visitante permanente. Resignación. Dejar de luchar, de esperanzarse, de creer que este dolor algún día se habrá de acabar. Y arrepentirse por todo lo que duren tres o cuatro eternidades juntas. Una estatua me dice que va llegando. La estatua soy yo.

Regalo mi vida amueblada. La obsequio con pesar, con lo poco que le queda.


Music on: Chasing Cars - Snow Patrol
Quote: "Las barreras son para los que no saben volar" Friedrich Nietszche
Reading: Las diabólicas - Barbey D'Aurevilly

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