viernes, 26 de junio de 2015

Santiago, tres años después



Hace tres años llegué a Santiago de Chile, en la misión de completar la maestría mediante un intercambio académico. Muchas cosas buenas salieron de ese viaje. Hoy, en perspectiva, la situación se ve distinta; no menos buena, por supuesto, pero sí distinta.

Estando allá llegué a pensar que debería hacer una suerte de diario de viaje, pero, por la misma emoción del viaje, me dediqué a descubrir y disfrutar y poco a escribir. Caminé como nunca antes lo había hecho, recorrí buena parte de Santiago a pie y conocí sus bellos alrededores en la medida en que me fue posible.

Los viajes siempre te cambian, te hacen ver cosas en las que, en tu lugar de origen, quizá no reparas. En un viaje hay un constante descubrimiento, tienes la sensación de estar en tal o cual lugar y la angustia de no poderlo abarcar en su totalidad; avanzas y crees que has dejado algo importantísimo detrás, quieres regresar y, al regreso, descubres cosas distintas. Conoces gente, escuchas su manera de pensar, eres diferente.

Al regresar, me quedé con la sensación de haber vivido en pocos meses lo que no había vivido en años. Y todo gracias al hermoso pretexto de la vida académica. Al final, la experiencia más satisfactoria que me dejó el estudio de la maestría, fue la posibilidad de viajar auspiciada con la beca del Conacyt. Como siempre he pensado que para lo que sirvo es para estudiar, a pesar de los baches y la depresión, hice lo que tenía que hacer para terminar la maestría, mal, sin honores, después de semanas de estar hundida en una auténtica depresión, finalmente lo hice bien.

Y sé que si en el futuro me embarco a hacer un doctorado, será por las razones equivocadas, tal y como lo hice cuando me embarqué a iniciar la maestría. Me refiero a que puedo asegurar que un doctorado es, para mí, una vía de escape de la rutina que me tiene atrapada en la actualidad, en mi encierro de 10 a 11 horas en una oficina. Pero quisiera poder repetir la aventura de otra experiencia de viaje, por todo lo que implicó, pues hasta la literatura se lee distinta estando en otro lugar, mirando otro cielo, sintiendo otro sol.

No es tan grave, pues. También he aprendido que hacer las cosas, aunque sea por las razones equivocadas, representa un gran crecimiento personal, en muchos sentidos. Sé que uno puede cometer un error y luego enmendarlo para no cometerlo de nuevo, pero la vida nos llena de posibilidades infinitas para cometer un error distinto a cada paso que damos. Y no por tener esa certeza debemos dejar de hacer las cosas, mucho menos quedarnos en el encierro ni tratar nuevas posibilidades.

Santiago me dejó experiencias que valieron mucho la pena. Los paisajes, la gente, las largas caminatas a través de sus calles con parques. En Santiago supe que tenía que aprender a andar en una bicicleta, pues ahí fue donde vi cómo la gente era muy feliz en las calles llegando a todos lados en su bici. Sobre todo aprendí a estar sola, a salir de las depresiones de mirar afuera de la ventana y encontrar el cielo gris, sola. Aprendí a leer de otras maneras, a sentir de otras maneras. Y años después de haber iniciado esa experiencia, sé que soy distinta gracias a ello. Hace unos días enviaron de la universidad un cuestionario para los estudiantes que habían tenido alguna experiencia internacional; pidieron que describiéramos, en una palabra, lo que había significado la estancia en el extranjero. Yo puse “crecimiento”, y sé que es totalmente insuficiente y superficial, pero no hallé otra; me refería al crecimiento del ser, sí, pero también al crecimiento del mundo; porque parece que el mundo se acrecienta conforme uno lo va descubriendo, el mundo, decía Ernst Cassirer, existe porque se le nombra; yo creo que también existe porque se le ve, porque se le conoce, el mundo crece al saberse mirado por ojos que no lo habían visto nunca. Y a la par, uno crece con cada paso que da en terrenos desconocidos.

Tres años después, reconozco más y agradezco doblemente. Creo que siempre uno se puede volver más sensible ante las cosas que ya se fueron, ante el tiempo que redime y genera esa extraña noción de su existencia. Tres años de ser más yo, de entenderme más yo, de crecerme, de saberme.

Music on: Settler - Balmorhea
Quote: "La dinamita contiene toda la felicidad destruible que no se encuentra en el corazón del hombre". Henry Miller
Reading: Hombres sin mujeres - Haruki Murakami

4 comentarios:

Toñiux dijo...

Qué fantástico leer una experiencia similar a la mía, a un año y miles de kilómetros de distancia.

Japón representó para mí (y no me da pena decirlo en público) no una experiencia enriquecedora técnica, si no personal y espiritual. Viajé, sentí, comí, bebí, besé, escuché, reí, me frustré, vomité, me internaron en un hospital... y al final regresé ya no siendo el mismo. Claro, el mismo que baila y cree en los demás hasta que lo dejan sin camisa y se enoja por que a la gente le importa un cacahuate su lengua, pero mejorado, más sabio, más dispuesto a negociar donde vale la pena, menos ignorante de lo que puedo hacer y de la gente que me rodea.

Sobre todo, ahora se que Toño puede funcionar donde sea... y que de todos lados (hasta de un cuarto aislado en un hospital) puede aprender algo, si se mira con los ojos correctos.

Estaría increíble irnos juntos de viaje dos semanitas a donde no conozcamos y, ahora sí, llevar cada quién un diario de viaje para compararlo al final. Si no te pegan, claro ;)

Besos guapa.

Adriana Dorantes Moreno dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Adriana Dorantes Moreno dijo...

Toñitoooooo!!!
Gracias por comentar. Nadie lee mi blog. Mucho menos me comentan. Me encantaría hacer otro viaje, descubrí que viajar es la onda. Y no quiero dejar de hacerlo. Y... nadie me pega :)

Toñiux dijo...

Descubrí con el tiempo (y varias depresiones y aún más sorpresas) que la gente sí lo lee a uno, pero no comenta. Pero hacer las cosas para la gente está un poco feo; son el agregado. Si uno lo entiende así escribir un diario/blog no se hace pesado.

Viajar SIEMPRE es la onda. Siempre siempre. Si puedo planear una escapada el próximo año y lxs Adrianxs están disponibles vamos :D