viernes, 10 de septiembre de 2010

Buscar



Buscar
el lugar perfecto lleno de horas de dicha
la palabra liberadora, el reino que no es de este mundo,


Buscar
ese amanecer en que no necesitemos a los muertos,
el halo transparente del alba calma donde no pensemos tampoco en los vivos que si no es su presencia lejana y el recuerdo, también están muertos,
el remilgo de aquellos fantasmas familiares y nuestros que involuntariamente nos tejen nostalgia en la cabeza con sus dedos muertos.


Buscar otro argumento,
dejar de pensar en que la muerte es la única salida,
desear también otra puerta de salida y gritar hacia dentro para que en un último alarido nos estallen las venas y podamos renacer simbólicamente con más fuerza para seguir en una vida que nunca entenderemos.


Buscar otra vez
el sonido peculiar de la lluvia sobre el parabrisas del auto y el vacío perenne en el alma por siempre niña,
el destino al que nos lleva el auto y la ignorancia del paradero que nos espera al otro lado de la carretera donde nadie sabe de nosotros,
el desprecio manso de la soledad y el asesinato dulce del lugar de pesadez y amarga bruma.


Lograr el amor sin consecuencias ni entregas, matar el anhelo por el otro que siempre parte entre el silencio,
recordar el eco de las voces que dicen que hay que dejar pasar, dejar hacer para hallar un camino de luz entre el parpadeo de un sueño y otro.


Soñar otra vez desde la cama pintada de noche y angustia y acariciar el alba sin ataduras.


Amar de nuevo.


Buscar sin dolor el silencio de la madrugada y coincidir un cuerpo y otro en el instante en que la realidad no es ésta sino aquella que se produce a la medida en que el deseo lo quiere.


Olvidar un poco -muy importante- entre una hora y la siguiente en la cantidad mínima necesaria para no enloquecer.


Y buscar sin cesar hasta perder los ojos y las uñas, la conciencia y la razón, el latido y la piel.


Amar un poco más sin aplastar el corazón en el intento, soñar tres veces al día y renacer y seguir siendo y dejar de ser.


Y buscar
buscar siempre...








Music on: Lady solitude - Richard Hawley
Quote: "One short sleep past, we wake eternally, and death shall be no more, Death, thou shalt die" John Donne
Reading: La inmortalidad - Milan Kundera

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