viernes, 20 de noviembre de 2009

Un comentario sobre la Biblia

De unos años para acá, creo que la mejor fábrica de ateos (o al menos de agnósticos) es la lectura de la Biblia. Pues cómo va a ser posible que una persona pensante siga creyendo, admirando y engrandeciendo a un dios cruel y bárbaro, ignorante y caprichoso que sólo juega con la pobre vida de los simples mortales que no le deben nada (acaso la vida y eso es también creerse demasiado las cosas).


Cuando era niña iba a misa e hice la primera comunión, igual que todas las niñas buenas enlistadas en el colegio de monjas, igual que todas ellas, no solía preguntarme mucho sobre la vida, afortunadamente, llegó un momento en que empecé a preguntar y de ahí no me he detenido. De las preguntas constantes llegué a la conclusión de que ese dios es el fabricante de cosas horribles y que sus métodos de acción son abruptos y vengativos.


He aquí una cosa curiosa: en misa leemos siempre los mismos versículos sobre los mismos pasajes; si ponemos atención se lee acaso un 20% del contenido real de la Biblia. En el catecismo nos enseñan el Génesis y de ahí hay un abismo enorme que se restaura de manera nebulosa, con la historia de los diez mandamientos, acaso el éxodo de Egipto queda incluido en la narración. Luego de eso milagrosamente nos encontramos con los tres reyes magos buscando la estrella de Belem y los múltiples milagros y calvarios de Jesús. Eso es todo.


Si a algún católico-cristiano le preguntamos si acaso es la Biblia su libro sagrado y el que contiene los preceptos de su religión, seguro contestará que sí. El problema es que la mayoría no conoce siquiera su contenido por el simple hecho de que jamás se lee. La Biblia es un símbolo, un instrumento, es incluso el libro más vendido y cada familia tiene uno (hasta más, porque en la primera comunión del niño o la niña es tradición surtir al infante con un ejemplar) sí, el libro más vendido pero el menos leído.


Existen muchos pasajes interesantes en la Biblia, que chocan con los preceptos que tenemos ciegamente, de Dios. Por supuesto, parto de la idea de que nada de lo que está contenido ahí es palabra suya, sino una serie de mitologías creadas por los pueblos primitivos y que se ha registrado mediante la escritura. Quedémonos con la versión oficial, nada de apócrifos, y nos bastará para crearnos una concepción más real de lo contradictorio y absurdo que es Dios y de las atrocidades que permite.


Como dicen, para muestra basta un botón (o botones). Noé (el del arca) tuvo relaciones sexuales con sus hijas, --dado que su esposa había fallecido y, recordemos, Dios se arrepintió de haber creado al hombre y por eso lo hundió y sólo salvó al buen hombre de Noé y su familia--; las hijas, concientes de que no había otra manera de legar una estirpe, decidieron emborrachar al padre y una por una, copular con él con el objeto tener hijos y continuar con al especie. Esa acción se llama incesto y las mismas maestras de educación en la fe que “enseñan” la Biblia, se aterrorizan y repudian tal acción. Pero, seguro que eso no lo pensó Dios ¿o si? Él es tan bueno, pero recordemos que también es omnisciente, entonces, ¿es un pervertido?


Otro ejemplo más. Se habla de la paciencia del buen Job, el hombre que a pesar de las pruebas de Dios, siguió firme en su fe, soportando con entereza lo que fuera que su creador le enviara. Lo que poco se sabe es que Dios y Satanás usaron como objeto de diversión a Job y lo pusieron a merced de sus caprichos sólo porque tenían ganas de comprobar qué tanto podía aguantar la adversidad. Cabe señalar que no le hicieron bromas ligeritas, sino que Satanás, con pleno consentimiento de Dios le deshizo sus cosechas y le quemó su casa, todo, por diversión. ¿acaso esto no recuerda al niño que por curiosidad agarra un insecto y empieza a arrancarle las patas sin tener conciencia del daño ajeno?


Es evidente que la religión cuyo sustento debe estar en la Biblia no lo está. Pero la cosa no termina ahí; dejemos de lado las referencias escritas, aquellas que están pero que se ignoran. Más preocupante es saber de dónde salieron las cosas que no están y que aún así se respetan, me refiero a los diez mandamientos que jamás aparecen en la Biblia, o la historia de los reyes magos que en ningún lugar afirma que son tres ni que son reyes, acaso se menciona que vienen unos magos de oriente, o bien, el inexplicable culto a san judas Tadeo, que alguien me explique, ¿de dónde salió?


Ahí hay una contradicción muy grande, y existen muchas más que no viene al caso evidenciar en este momento. Quiero pensar que si la gente leyera más la Biblia sabría más de su religión y que, si acaso fuese gente pensante, renunciaría a ella. Con esto regreso al principio: ¿quién desea sobajarse ante un Dios tan hipócrita y tan falso? Quiero pensar también que sólo lo hacen los que no lo han conocido, que para su desgracia es la inmensa mayoría. Aunque, fuera de mi ingenuidad, también sé que no es sólo la falta de conocimiento, sino un deseo por desconocer y negar lo que es evidente; ni hablar, algunos son más irremediables que otros




Music on: Elephant - Damien Rice
Quote: "Que no tendremos sitio alguno (ni hora amarga y suficiente) para llorar lo justo" F. Suárez
Reading: Poesías completas - Ramón López Velarde

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Cierto,aunque lejos de pensar que dios es un idiota,lo cual no puede ser ya que no existe,esto nos lleva a la inevitable conclusion de que el hombre si lo es,o no es verdad que el hombre creo a dios a su imagen y semejanza,no es verdad que dios solo es un enorme negocio,todo lo que dice de la biblia es cierto madame,de hecho por ahi hay cosas peores,llvia de fuego,plagas y amenazas constantes,eso suena mas humano que divino no cree?
dios por que no nos abandonaste....ja siempre quise decir eso.saludos querida madame.

Karla dijo...

Hola, pues nomás acá con la puntualidad de que fue Lot y no Noé quien cogió con sus hijas.

El tema está bueno para un largo debate.

Saludos

Adriana Dorantes Moreno dijo...

Creo que tienes razón, pero no encuentro mi biblia para corroborarlo, de todos modos gracias por el comentario.

Saludos