miércoles, 25 de abril de 2007

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Soñar la vida, el negro en tus ojos
preguntar dónde acaban esos sueños
ilusión de mortales fríos, necios

Saber cuál es la forma de tus manos
entender la dulzura de lo eterno
conocer el lenguaje de tus besos

Cómo robar de tu mirada clara
el pedazo de alegría que falta
para secar el río que en mi rostro
se pierde en la belleza de tus piernas

O cómo hacer que mi palabra exista
y que la escuchen tus oídos necios
que el tiempo pueda envolver el silencio
y se detenga para que te quedes

Vivir el sueño de la imagen triste
en el lecho de las horas surreales
los besos han perdido la verdad
con las caricias vanas, solitarias

Llorar el tiempo inalcanzable y solo
perderse y no saber que lo perdido
es hallar el recuerdo lastimado
de la pasión que rompió la distancia

Desear que el goce no estuviera muerto
Y que nuestros cuerpos aún se amaran

Repudiar la palabra que te asusta
y siembra el olvido en tu frente ciega
que fabrica el desenlace funesto
donde la vida dulce y la esperanza
se condenan a no encontrarse nunca

Amar y odiar para escribirte a solas
los versos prohibidos y decadentes
del deseo de vivir para la muerte
y de no existir más para la vida.

1 comentario:

Fernando Brambila O. dijo...

Muy buen poema, de alguna manera consigue combinar el viejo tema del amor (incluso hay una cierta carga erótica en las primeras estrofas) con una reflexión que tiende más hacia el existencialismo (sobre todo en los últimos versos).

Creo que tu técnica ha madurado bastante, ya es tiempo de ir pensando (tal vez) en publicaciones "profesionales"...