jueves, 25 de septiembre de 2008

Muerte, Vida y el Fin del Mundo

Empiezo hablando con la muerte… no por mi nata obsesión hacia ella sino porque creo que de ahí parten ideas un poco más profundas. Y aclaro que no es que ansiosamente me encuentre buscando la muerte, no es que cada que abro los ojos desee no haberlos abierto ya. No, porque la vida a veces me resulta agradable, si no pienso demasiado. Y sin embargo encuentro un amargo placer en pensar en la muerte, en aquello que no conozco pero de lo que todos hablan y creen conocer pero que no intuyen siquiera. La muerte es una especie de salvación, creo, o al menos así lo considero a veces, es una especie de asidero metafísico al que regreso y quiero aferrarme. Pero aunque es una certeza universal, en realidad qué tanto pensamos concientemente en lo que implica morir y, consecuentemente, en lo que implica vivir.

Esto viene a cuenta porque dicen por ahí que se acerca el fin del mundo, ahora sí, algo como un cataclismo ya estudiado por la ciencia, no sólo por el fanatismo y las religiones. De ser cierto, parece que tengo sólo unos años de vida, todos, en realidad así que de aquí al 2012 mejor debieran concentrar los ánimos en cosas trascendentes, sea lo que sea que eso signifique.

Aunque en verdad, pensando, si sólo se tuvieran unos años más de vida… como que todo se vuelve bastante fútil y sin ninguna importancia ¿no? O es sólo mi percepción. De hecho si pensáramos que no tendremos sino un año de vida qué es lo que haríamos, concientemente, hacia dónde vamos.

Y es en momentos como este… en donde las reflexiones se interiorizan tanto que llegan a un completo nihilismo que podemos abrir los ojos y aceptar la verdad (creo). Porque lo cierto es que uno vive la vida tratando de construirse un futuro a mediano plazo; el sólo hecho de dormir en la noche es pensar ya hacia el día de mañana. Pero si supiéramos que esos días son mas bien contados, realmente, objetivamente, en qué cambiaría la existencia.

Es un poco aterrador pensar que yo vivo hacia un futuro, que este presente en el que escribo sí es muchas veces auténtico y sin pretenciones pero que el mundo real, aquel en el que tienes que cubrir un rol te exige vivir un paso hacia adelante, hacer las cosas para el futuro en el que te servirán, seguramente. Estudia una maestría para que tengas mejor trabajo, aprende a manejar porque algún día tendrás tu coche.

Esos son sólo ejemplos mundanos, pero creo que ejemplifican perfectamente nuestra adicción por el futuro. Y me parece relevante ahora y siempre pensar en realmente qué es lo que hacemos de la vida que no está destinado para una acción futura… ¿acaso está bien o mal hacer tal cosa y bajo qué parámetros?

Claro que no pretendo ponerme fatalista… es sólo tomar un minuto de pensar cuántas de las cosas que hacemos son hechas para efectuar algo para el futuro y cómo llegamos a hacerlo así.


Music: Wake up alone - Amy Winehouse
Quote: "Beethoven es un perro y Donatello una tortuga ninja, en el cine." P. Soler

1 comentario:

Fernando Brambila O. dijo...

Estoy de acuerdo, hace tiempo que tendríamos que habernos replanteado la manera en que vivimos... estamos tan obsesionados por el futuro que no nos percatamos del pasado y olvidamos el presente.

Como modo de vida... propondría el hedonismo, si no fuera porque es muy facil de convertir en libertinaje, en fin...

Mejor dejémoslo en términos latinos: memento mori (recuerda que eres mortal).