El sábado fui a desayunar con unas amigas. Se me hizo tarde, no pasaba el micro, tomé un Didi. Ya cerca del destino en el radio del conductor comenzó a sonar "This year's love" de David Gray en una versión en vivo que no recuerdo haber escuchado nunca.
Durante todo el trayecto no había cruzado palabra con el chofer más allá del cordial y amable Buenos días. Pero comenzó la canción y dije: "Ay, esa canción me recuerda muchísimo a alguien". No, no es cierto, no dije nada, pero claro que lo pensé, y me detuve porque qué le iba a importar al pobre conductor mi triste vida y mis recuerdos sin contexto. La realidad es que sí me recuerda a alguien, y ese alguien sabe muy bien quién es, así como yo sé que está al pendiente de lo que escribo y que muy probablemente se aparezca de vez en cuando por este blog.
El diálogo, en mi cabeza por supuesto, contenía la debida pregunta del chofer, en un intento para continuar la conversación. Y en mi cabeza yo respondía: "Nos quisimos mucho, pero también nos hicimos demasiado daño, al grado que no podemos ya ni hablarnos." También me imaginé sacando el celular y buscando su número en Whatsapp y mandándole una nota de audio con un pedacito de esta canción que era una de las más íntimamente nuestras, como las memorias iluminadas de Cortázar o los poemas de Sabines o el sabor a sal, a trigo, a miel entre las veredas de nuestra carne. Y me imaginé que esa sería una manera de comunicarme, porque las palabras que se me ocurren siempre terminan lastimando; pensé que sería una manera de decirle que lo pienso y que me duele, y que lamento todo, tanto, tanto.
Quote: "Who's to worry if our hearts get torn when that hurt gets thrown"
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