Porque temo que digas que sí.
Mis ojos de lluvia suben tibios por tus paredes blancas.
Huyo a la verdad, a que de tu garganta se escape un rotundo y majestuoso no,
una canción crónica y eterna
que imite al cuervo ominoso que no sabía otro parlamento siempre igual y cada vez más apabullante.
Pero.
Porque sí es una esperanza pesada que me acompañará pintando de ilusión todos mis deseos.
También temo que de pronto digas que sí.
¿Cuántas noches más despertará mi oído ante tu fantasma?
Resplandece la melancolía entre pálidos desiertos.
Del insomnio rezagado tejo sombras en la cabeza del tiempo,
de las flores en la estancia hundo el alma a voluntad por el recuerdo.
Hoy las moscas siembran su nostalgia en la planta de mis pies.
No sé si es la distancia la única y verdadera guadaña del deseo
o si acaso es la muerte,
la muerte que es igual a la luna –cercana, mutable, definitiva-
la artesana de la tortura,
la gota que invade poco a poco el corazón desencantado.
Porque temo que digas que sí,
es definitivo:
El hacha dibuja fulminante un atardecer carmín sobre mi lienzo preferido: tu cuerpo.
De tus párpados se escapa el fulgor efímero de tu grito encanecido.
Es el último sonido proferido en el vacío del silencio.
Porque temo que digas que sí.
Music on: Absent friends - The Divine Comedy
Quote: "No hay crimen que no hayamos cometido con el pensamiento" Goethe.
Reading: El fin de la locura - Jorge Volpi