jueves, 6 de marzo de 2008

Mi verde embeleso

Amor...
eres mi verde embeleso
y me rehuso a quitarme los anteojos de vidrio
que ven tu sombra de vanos tesoros.

No buscaré más el día para negar tu sombra,
así te quiero,
pintando a capricho mi deseo.

Porque no me puedo extasiar sólo con lo que toco
con la cordura ante lo que sí eres.
La realidad me volvería loca y en ella tú no existes.

Entonces...
Sé eternamente mi frenesí dorado,
mi sueño de los desdichados,
mi hermosísimo embeleso,
aunque éste, con el tiempo,
se convierta en un decrépito verdor imaginado...

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