viernes, 26 de febrero de 2016

Almas vestidas de azul

Gracias a la poesía he tenido la oportunidad de hacer cosas muy interesantes. El lunes pasado me invitaron por parte del INBA a participar en un ciclo llamado Visitando a los Lectores y fui al Centro Femenil de Readaptación Social en Tepepan. La idea original era que yo leyera cosas mías, pero me pareció más significativo hablar de la poesía en general. No iba muy preparada, sino que llevé una serie de opciones para trabajar, las cuales usaría o no dependiendo de la gente y de su nivel de interés; me advirtieron que las chicas eran bastante apáticas, y yo, en realidad, tengo muy poca experiencia dando una clase o una charla.

En realidad la cosa fue sencilla, es decir, llegar, esperar a que se reunieran, hablar de poesía, leer a Rosario Castellanos y a Alejandra Pizarnik; mi idea era que pudieran escribir un texto a partir del yo, leímos "Autorretrato" de Castellanos y "El despertar" de Pizarnik, poemas que, además de que me encantan, funcionan perfecto para ejemplificar el yo que se desnuda a través de la palabra. También les hice hincapié en la concepción creacionista de Vicente Huidobro, con la consigna de que el creador puede hacer lo que se le antoje y crear una realidad tan alterna como se pueda imaginar. Sobre estas dos ideas del yo traté de dirigir la actividad y creo que tuve éxito.

Es cierto que existen experiencias que te cambian la perspectiva. La onda poética y al dinámica antes descrita no tiene mayor grado de dificultad, pero es la gente con la que trabajé la que sorprendió, no por el grado de dificultad, por supuesto, ya que a pesar de lo que me comentaron, se mostraron bastante interesadas. El punto de cambio y de complicación, hasta cierto punto, está en lo que estas personas traen en la cabeza. Es decir, yo soy una persona muy egoísta -muchas veces me pregunto cómo es que me convertí en alguien así-, me preocupo por cosas verdaderamente insignificantes sin poder abrir los ojos a otras que sí importan, pero desenvolverse, aunque sea por un tiempo breve en un espacio tan distinto al habitual cambia muchísimo la perspectiva vital.

La sala donde se efectuó la charla no era sino una biblioteca bastante austera, con algunas sillas y mesas, a la mitad de la sesión (porque fueron llegando a cuentagotas) había doce chicas. Les pedí que escribieran, como algunas tuvieron cierta dificultad para arrancarse, dicté un par de versos de uno de mis poemas, y les pedí que, a partir de ellos, escribieran lo que quisieran. Algunas se mostraron renuentes a leer lo escrito, algunas leyeron con mucho entusiasmo. Hubo un texto en particular que me estremeció, ella me dijo que sólo había escrito la realidad, su realidad:



En aquel lugar todas visten de azul, como color obligatorio, como uniforme; de hecho antes de ir, me orientaron acerca de cómo debía vestir yo, nada de azul, ni de beige. Así andan aquellos "muertos", esa es la realidad que viven.

No puedo negar el morbo de haberme preguntado qué habrán hecho para estar ahí, si son personas tan comunes como yo, como mis amigas, como mis compañeros de trabajo. Sé por experiencias de amigos y familiares que el sistema no funciona y que quizá algunas tomaron una mala decisión, estuvieron en el lugar equivocado o con la gente equivocada, lo cual las llevó a ese lugar. No estoy en condiciones de juzgar a nadie (y creo que nadie debe hacerlo), me da tristeza, nada más.


Music on: All Iwant - Kodaline
Quote: "Vi que es suficiente la piedra de tu rostro para.esculpir el infierno." Alejandra Estrada
Reading: Los demasiados libros - Gabriel Zaid

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