Dicen los entendidos que un escritor no
escribe sino la misma cosa una y otra vez, yo no sé, supongo que sí, a veces,
soy así, que no me supero, que le doy cien mil novecientas cuarenta y tres
vueltas a la misma cuestión, sólo para añadirle cosas que tampoco se resuelven.
Quiero pensar que mi escritura es el eterno
proyecto bartheano que nunca se concluye, que cuando está a punto de llegar a
la luz, se desvanece, que uno no puede realmente poseer lo que desea con toda
la pasión y pureza del mundo, que esto es un intento, una simulación, pero que
al mismo tiempo no se puede salir de tal cosa.
No lo sé de cierto, diría el poeta, tan
sólo me contento, de vez en cuando, con echar un par de líneas en torno a las
cosas que suceden, a las cosas que pienso, tratando de decir y expresar, a
veces tratando de crear, y siempre con la extraña conciencia de que escribir es
necesidad, aunque no diga nada, de nuevo, aunque el proyecto inasible sea todo
lo que tengo.
La pretensión, no sé si sea comunicar;
encuentro que en ocasiones hay quienes me leen y encuentran también algo, eso
es bueno. Y aunque el cuadernito es el eterno cómplice, y a veces el twitter, ese lugar para soledades que nadie
lee ni escucha, o el facebook, que en algunos momentos de practicidad tecnológica
sirve para echar un pensamiento breve, me satisface de alguna forma seguir
echando ideas, proyectando eternamente, esa es la pretensión real.
La mejor parte, confieso, es cuando logro
superar la autocensura y ser y escribir sin que importe nada sino sólo la
persona que soy cuando lo hago y cuando me instalo en el mundo para que me vean
y me hace bien. Quizá algún día, renueve este blog al que
sólo llegan comentarios spam y de vez en cuando, muy de vez en cuando, de una
persona real, pero sin cambiar las cosas que ya no son (que con el paso de los
años, aunque no parezca, sí existen). Creo en la evolución y ahora, recientemente,
en el proyecto.
Y mucho menos me despediré, como en algún
momento pensé hacerlo, no, porque he entendido que las despedidas se hacen una
sola vez y mejor hacerlo por las buenas y porque soy pésima para despedirme. Seguiré
hablando del amor que sé que no me
corresponde, de la futilidad que invade mis pensamientos, de mi egoísmo y mis
maneras irremediables de querer, de necesitar, de desear, de mi búsqueda por
saber y al mismo tiempo no saber, de las máscaras, los silencios, las formas
informe y el todo que siempre es fragmento y el cielo que siempre es también
mar y el instante, cuando puede transformarse en eternidad.
Music on: Lo imprescindible - Shakira
Quote: "La sombra es manto, de modo que, en el límite, es posible concebir una luz feliz" Roland Barthes
Reading: Puerto Trakl - Jaime Luis Huenún
2 comentarios:
Y el hombre por quien te desesperas y a quien llamas
Aquel que siempre buscas en tu cama
Hace mucho tiempo te olvidó
ooooo.....
Amiga remontate en tu vida urgentemente
El tiempo pasa y un día de repente
Te ves llorando el tiempo que pasó
Creo que, cuando uno siente que se ahoga, vomitar en una hoja (en este caso, en el blog)todo lo que está de más es una especie de autoterapia que ayuda a que no te sofoques. Lo malo es que, al poco tiempo, nuevamente te vuelves a ahogar. Si alguien lee (y comenta) los debrayes, es un simple plus. Realmente no sé qué quiero decir o por qué escribo, tal vez sea porque sentí en esos últimos parrafos tuyos una pequeña orden, ja, ja, ja.
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