viernes, 7 de septiembre de 2012

Sigo aquí



Dicen los entendidos que un escritor no escribe sino la misma cosa una y otra vez, yo no sé, supongo que sí, a veces, soy así, que no me supero, que le doy cien mil novecientas cuarenta y tres vueltas a la misma cuestión, sólo para añadirle cosas que tampoco se resuelven.

Quiero pensar que mi escritura es el eterno proyecto bartheano que nunca se concluye, que cuando está a punto de llegar a la luz, se desvanece, que uno no puede realmente poseer lo que desea con toda la pasión y pureza del mundo, que esto es un intento, una simulación, pero que al mismo tiempo no se puede salir de tal cosa.

No lo sé de cierto, diría el poeta, tan sólo me contento, de vez en cuando, con echar un par de líneas en torno a las cosas que suceden, a las cosas que pienso, tratando de decir y expresar, a veces tratando de crear, y siempre con la extraña conciencia de que escribir es necesidad, aunque no diga nada, de nuevo, aunque el proyecto inasible sea todo lo que tengo.

La pretensión, no sé si sea comunicar; encuentro que en ocasiones hay quienes me leen y encuentran también algo, eso es bueno. Y aunque el cuadernito es el eterno cómplice, y a veces el  twitter, ese lugar para soledades que nadie lee ni escucha, o el facebook, que en algunos momentos de practicidad tecnológica sirve para echar un pensamiento breve, me satisface de alguna forma seguir echando ideas, proyectando eternamente, esa es la pretensión real.

La mejor parte, confieso, es cuando logro superar la autocensura y ser y escribir sin que importe nada sino sólo la persona que soy cuando lo hago y cuando me instalo en el mundo para que me vean y me hace bien. Quizá algún día, renueve este blog al que sólo llegan comentarios spam y de vez en cuando, muy de vez en cuando, de una persona real, pero sin cambiar las cosas que ya no son (que con el paso de los años, aunque no parezca, sí existen). Creo en la evolución y ahora, recientemente, en el proyecto.

Y mucho menos me despediré, como en algún momento pensé hacerlo, no, porque he entendido que las despedidas se hacen una sola vez y mejor hacerlo por las buenas y porque soy pésima para despedirme. Seguiré  hablando del amor que sé que no me corresponde, de la futilidad que invade mis pensamientos, de mi egoísmo y mis maneras irremediables de querer, de necesitar, de desear, de mi búsqueda por saber y al mismo tiempo no saber, de las máscaras, los silencios, las formas informe y el todo que siempre es fragmento y el cielo que siempre es también mar y el instante, cuando puede transformarse en eternidad.


Music on: Lo imprescindible - Shakira
Quote: "La sombra es manto, de  modo que, en el  límite, es posible concebir una luz feliz" Roland Barthes
Reading: Puerto Trakl - Jaime Luis Huenún

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Y el hombre por quien te desesperas y a quien llamas
Aquel que siempre buscas en tu cama
Hace mucho tiempo te olvidó
ooooo.....

Amiga remontate en tu vida urgentemente
El tiempo pasa y un día de repente
Te ves llorando el tiempo que pasó

Yo dijo...

Creo que, cuando uno siente que se ahoga, vomitar en una hoja (en este caso, en el blog)todo lo que está de más es una especie de autoterapia que ayuda a que no te sofoques. Lo malo es que, al poco tiempo, nuevamente te vuelves a ahogar. Si alguien lee (y comenta) los debrayes, es un simple plus. Realmente no sé qué quiero decir o por qué escribo, tal vez sea porque sentí en esos últimos parrafos tuyos una pequeña orden, ja, ja, ja.