No dejo de pensar en la posibilidad:
crear la sustancia que me permita la permanencia de los instantes perfectos
y suspender el resto del camino. Si la nostalgia matara, estaría muerta desde
hace años, pero no mata, nada de eso mata; es sólo cosa de sobrevivir, aprender y poner
las cosas en perspectiva y recordar sólo en las cantidades precisas para no
despegarse de la realidad.
La cosa es que siempre regreso, no me duele
el pasado por ido sino el futuro por incierto, esa imagen del pasado me dice que
bien puede haberse quedado ahí todo, que el estaticismo emocional estará
hundiéndome por quién sabe cuánto tiempo, que el mundo girará y girará alegremente
esté o no en él, esté o no con él; es una marcha inamovible, el tiempo sigue
existiendo, nada se destine por un par de solitarios.
Y ahí voy otra vez, la posibilidad
imposible, me gusta enajenarme con ilusiones y quimeras, así soy. Me gusta
pensar en todas las cosas que no existen y labrarlas en la imaginación,
agrandar los recuerdos y extenderlos hacia adelante, cambiarlos, hacerlos de
una u otra forma, a capricho y voluntad. A veces es todo lo que tengo.
No dejo de pensar en el reencuentro y no
dejo de recordar con la melancolía inherente a mi ser, aunque sepa que recordar
sumida en la nostalgia es no avanzar sino recrear la misma despedida
eternamente. Así pasa cuando uno tiene conflictos con la eternidad. Uno no
puede decir adiós, uno no puede dejar de soñar, ni de pensar, ni de imaginar,
ni de querer más y más. Uno mismo no se siente suficiente con la realidad.
Mientras la posibilidad tenga cabida en mi
cuerpo y siga invadiéndome la razón, pensaré en instantes eternos, labraré el
momento exacto de la plenitud y no me apartaré de él, mientras me haga sentir
bien, mientras pueda, mientras no enloquezca.
Music on: Holocene - Bon Iver
Quote: "Recordarse con nostalgia es como despedirse otra vez" Clarice Lispector
Reading: Casa del Tiempo Diciembre-Enero
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