jueves, 4 de junio de 2009

Y es que hay tres




Dijiste que escoger algo era renunciar a lo demás. No lo dijiste por mí, no soy tan importante. ¿Yo? Sólo te puedo decir que ya no estoy escogiendo nada. Estoy suspendida en la superficie de la luna, flotando sin rumbo constantemente. Una vez escogí, escogí estar contigo, pero ¿qué puedo hacer cuando tú has escogido otra cosa? Supongo que tienes razón, lo supongo porque aún no lo sé, pero afirmarlo de esa forma me ayuda a sobrevivir. Me hundo en el pasado, en el recuerdo. En este instante me es imposible salir del ostracismo. No espero que lo entiendas. Es como si hubiera puesto pausa a mi existencia, y aún en esta suspensión pudiera ver cómo el resto del mundo camina sin parar. La única que no se mueve soy yo. Puedo ver cómo te mueves tú también, lejos. Y es frustrante no poder fluir a la par de nada, ni de mi propio ritmo.

No te culpo. No hay verdaderos mártires sino lo que uno mismo se construye y se cree, no soy una mártir, sólo erré al creer que tú y yo existíamos en el mismo espacio y pensábamos la misma cosa. Qué estupidez, lo sé, ¿cómo he de pedirle a otro, a cualquiera, que se meta en mis pensamientos y que, encima, los comparta? Me dejé llevar por un instante disfrazado de eternidad, me perdí en ese día glorioso que pasamos juntos, y nunca vi que después de eso ya no habría más. Nunca hay más, al menos no para mí. Algunos no estamos destinados al amor. Eso lo pienso una y otra vez como una especia de placebo que me aleja un rato de la inevitable verdad.

Jamás me prometiste nada, quizá debí haberte exigido una promesa, aunque en este momento tal cosa tampoco ayudaría. En este momento ayudaría renacer sin odio y sin esperanza, quizá. Pienso que tal vez a ella le has prometido todo, tal vez, simplemente, a ella la amas, así de sencillo. Siempre me sucede, hoy igual que hace dos años, hoy igual que en ese futuro etéreo pero igualmente terrible. Estoy convencida de que la existencia es cíclica. Y lo peor de saber, y no sólo de creer, es que sé que seguirá sucediendo dentro de tantos segundos inasequibles de respiración robada al espacio.

Mañana. Mañana es una palabra que no comprende el tiempo de ninguna forma. Mañana puede ser dentro de dos semanas, o dentro de un mes o un año, es lo que menos importa ahora. la vida es suficientemente tortuosa como para querer otorgarle un lugar específico al sufrimiento, sabiendo que en eso también se fracasará. Pero mañana, mañana sabré que puedo salir de aquí, que puedo dejar de derretirme, que el movimiento existirá, que fluiré como fluye el agua, la sangre, el semen, la vida. Pero también sabré que te seguiré adorando desde la distancia, que te veré pasar e intuiré tu forma del otro lado de las cerraduras y que todo esto, todo este dolor, igual que el paso del tiempo, es algo totalmente inevitable.

Dijiste que escoger algo era renunciar a lo demás. Todavía no sé si puedo escoger algo, cualquier cosa, y que esa cosa, no te contenga a ti.



Music on: East Jesus Nowhere - Green day
Quote: "El hombre no vive más que de religión o de ilusiones" G. Leopardi
Reading: Los días azules - Fernando Vallejo

3 comentarios:

Karla dijo...

Clarice, hace mucho formé parte de un triángulo del que nomás yo me hacía parte... así que, en mi opinión profesional, declaro que los tríos, cuartetos, etcétera, pueden ir mucho a... Que la voz narrativa de tu texto no sufra por eso pero, eso sí, que siga haciendo literatura.

Te mando un beso

Karla dijo...

Quiero decir, no yo sino alguna de mis personalidades, en alguna de mis vidas...

Anónimo dijo...

Lo malo de las relaciones estriba en que inevitablemente son dos los que deciden,el amor es una perdida de tiempo cuando no es correspondido y aun asi caemos en esos ciclos de los que habla,el tiempo sin embargo sigue siendo el aliado y el enemigo,ya que en estos casos parece pasar tan despacio...sigue siendo la mejor madame un abrazo