El arte de amar desplegado en cada centímetro de tu boca,
el dolor de no poderte asir y sólo pensar
sólo pensar en esta alberca de sombra en donde nada se oye.
El silencio de esas voces que oigo dentro de mi cuerpo cansado,
en mis ojos secos de llorarte y de saberte lejos,
más lejos que la lejanía y que el goce.
El maldito recuerdo.
La voz que anhela un secreto pesado que debe salir y decirte la verdad
y nada más que la verdad, esa verdad que conoces pero no quires saber.
Cómo decirte que te amo y no pecar de la ridiculez de lo que soy,
para que me sientas y no me huyas, para que me ames también.
Ilusión, sueño, un todo eterno lleno del sonido de tus pasos perdidos en la distancia.
La perfección, lo inalcanzable.
Si pudiera seguir mintiendo...
Si tan sólo fuese más sencillo morir...
1 comentario:
Si fuese más sencillo morir la agonía no tendría sentido... wow, que texto tan hermoso, ora si te volaste la barda. Gracias...
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