¿Cuándo es el momento de resignarse a haber perdido? Que hay que echarle ganas, dicen, que se trata de luchar por lo que quieres, aunque haya fracasos y dolores. Tal vez sea cierto, tal vez yo no tengo lo que se necesita para perseverar.
La realidad es que soy ordinaria y mediocre. He fracasado lo suficiente, tengo grandes fracasos que son suficientes para amargarme la vida. Lloro generalmente los sábados, porque el resto de los días tengo cosas que hacer por las mañanas, así que no me queda tiempo para llorar. Lloro los sábados y recuerdo todos mis fracasos, todas esas cosas que no puedo arreglar ni superar.
Estoy muy cansada de intentar; y sin embargo no quiero dejar de hacerlo. Estoy muy cansada de ser yo, de no tener disciplina ni inteligencia ni fortaleza ni ninguna de las cosas que son importantes en este mundo.
Dicen que ayuda mucho saber lo que quieres. Pero ¿qué pasa cuando uno sabe lo que quiere y simplemente no tiene lo necesario para obtenerlo? Sería mejor conformarse con lo que hay, y ya. Ay, todo sería tan sencillo.
Nada... Balbuceos de la estúpida que soy, la que no vale nada, la que piensa pero no puede hacer nada bueno con lo que piensa, esta mediocre y tonta soy yo. Esta personita obesa que llora los sábados el llanto que se le junta toda la semana, el llanto de la incomprensión y del no poder, del fracaso y la verdad. Esta tontita, pobrecita, que, ay, escribe.
1 comentario:
Hola Adriana.
Buenas noches.
En éste momento estoy pasando por una situación tal y como la describes, sólo que en mi caso, lloro todas las noches y hasta he llegado a pensar que soy la culpable de todo.
Me esfuerzo por tratar de resolver mis equivocaciones pero ésta vez es la que me ha dolido más. Y cada día que pasa hago un esfuerzo enorme al permitirle al tiempo que haga su trabajo.
Cada vez que tengo oportunidad de leerte, me describes a mi también en líneas, y es enriquecedor y muy grato manera que tienes de contarlo.
Es un gran escape leerte. No dejes de hacerlo.
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